04 abril 2016


AMOR. Que aunque no te lo demuestre todas las veces que mereces, sabes que eres la parte más importante de mi vida, eres mi felicidad, mi persona. Que un minuto sin tu cariño es un infierno del que no puedo salir, que eres mi trocito de cielo, ese trocito que llegó desde hace mucho tiempo y no se ah ido. Ese trocito que sigue aquí presente y me sigue eligiendo día con día.

Hoy solo tengo palabras de agradecimiento para ti, por haber cambiado para mi, por seguir estando aquí, por convertirte en ese ángel que cambio mi vida, por fortalecer mis sueños y por el gran desagüe de la vida. Gracias por hacerme entender que aunque la llama se vuelva tan pequeña cuando peleamos que no la podamos ni ver; aún sigue existiendo. Gracias por enseñarme a pedir perdón de la forma más sincera posible, gracias por hacerme sonreír cuando estoy triste. Y cada vez que me deprimo, me das tu mano y me ayudas a levantarme, aunque solo necesite un empujoncito, amo tú fortaleza y sobre todo tú sensibilidad. Cada vez que mi vida gira para encontrar un nuevo rumbo, sigues estando ahí. Me dí cuenta que soy distinta y que en tí encuentro muchas cosas en común, simplemente ME REFLEJO EN TÍ. No del todo, pero sabes como entenderme, como escucharme, como apoyarme. No por nada Mirrors sigue siendo nuestra canción. Y a partir de esa imagen concreta de quién soy, me encuentro y empiezo a interpretarme.


Tengo la excusa perfecta para decir que que si algún día te vas...
nada tendrá los mil colores que tiene ahora mi vida contigo.
Te amo y estaré contigo cada segundo de los 365 días
de los años que NOS queden.

02 febrero 2016



Aún puedo oler tu perfume en mis sábanas y se me viene de inmediato el recuerdo de haberte secuestrado el fin de semana en mi casa, es inevitable pensar en como me acariciabas, de como me besabas y me susurrabas un “te amo” mientras con mucha delicadeza me quitabas la ropa. Es inevitable pensar en como nuestras piernas se entrelazaban, en como nos drogamos con promesas y como el corazón me latía cada vez más deprisa con cada caricia tuya, como si los años no hubiesen pasado entre nosotros, como si los segundo fueran eternos, como si las velas que teníamos alrededor jamás se hubieran apagado. Me sale la sonrisa quisquillosa al recordarte desnudo sobre mi cama, bajo mis sábanas blancas, comienzo a temblar y vuelvo a recordar, en mis manos bajando por tu pecho, en tus besos sobre mi cuello, en mis manos acariciando tu espalda y me siento contenta, me siento feliz. Me sacié de felicidad al saber que al mirar esos ojos verdes y esa sonrisa tan tuya, me olvidaba del mundo, de todo.





Me doy cuenta que jamás acabaré el conteo de tus mil millones de lunares, jamás olvidaré estas noches que llevan nuestro nombre, tu nombre. Solo éramos tú y yo, en mi cama, sin pensar en las horas, ni en los días.. te veía a ti y quería estar a tu lado, cada vez más cerquita de ti, quería que me abrazaras tan fuerte que no pudieras soltarme nunca, quería que cada instante a tu lado fuera eterno, quería que me hicieras tuya, solo tuya.